El M.S.R. sobre la reforma laboral A lo largo de las últimas décadas hemos sufrido diversas reformas laborales, unas consensuadas y otras que no, y que simplemente constituían un abaratamiento del despido y un retroceso socio-laboral de los trabajadores. Llevándonos nuestra incapacidad de organizar la respuesta, a esta situación.
Los neoliberales justifican la existencia del elevado desempleo a la existencia de elevadas rigideces en el mercado de trabajo. Por ello alegan que su desregulación combatiría el desempleo. En este contexto que es en el que debemos encuadrar la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, que desregula el mercado laboral se desprotege y debilita a los trabajadores; y así mismo se reducen las obligaciones de los empresarios.
Desde el Movimiento Social Republicano consideramos que el desempleo no es resultado de desequilibrios existentes en el mercado de trabajo, sino de una demanda insuficiente de bienes y servicios. Es por ello que toda reforma del mercado laboral orientada a la creación de empleo está destinada al fracaso, pues no solventará la insuficiencia de la demanda, pues ésta requiere incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores, necesario para reactivar la economía.
Y menos una reforma laboral que:
1.- Reduce la indemnización por despido improcedente de 45 días por año trabajado a 33, hasta un máximo de 24 mensualidades. Afectando, incluso a los contratos concertados con anterioridad a la reforma.
2.- Convierte el despido objetivo en la modalidad de despido habitual, recayendo en el trabajador la responsabilidad de demostrar la improcedencia del despido.
Ascendiendo la indemnización a los 20 días por año trabajado, hasta un máximo de 12 mensualidades.
Permitiendo a las empresas acogerse a despidos objetivos por causas económicas. Entendiéndose que existen causas económicas cuando, de los resultados de la empresa, se desprenda una situación económica negativa: existencia de pérdidas actuales o previstas o disminución persistente de su nivel de ingresos o ventas, independientemente de que tengan pérdidas o no. Considerándose que la disminución es persistente cuando se produce durante tres trimestres consecutivos.
3.- Debilita la negociación colectiva, divide a los trabajadores e individualiza las relaciones laborales:
-Priorizando los convenios de empresa. Quedando los trabajadores a la suerte de la voluntad del empresario.
-Facilitando aquellas empresas con dificultades, y que no lo tengan, la no aplicación del convenio de ámbito superior. Acudiendo al arbitraje en caso de no existir acuerdo.
4.- Refuerza el poder de los empresarios. Anulando la prórroga automática de los convenios, estableciendo un plazo de dos años para su renovación tras el cual el convenio perderá toda su vigencia. Fomentando a la patronal a no negociar, lo que supondría la pérdida de derechos consolidados adquiridos por los trabajadores.
5.- Recupera el límite al encadenamiento máximo de contratos temporales de dos años.
6.- Elimina el sistema de clasificación de trabajadores por categorías y se generaliza el sistema de grupos profesionales para que un trabajador pueda desempeñar diferentes funciones y puestos en una misma empresa.
7.-Facilita la modificación de las condiciones de trabajo por parte del empresario para cambiar de lugar de trabajo y modificar jornadas y horarios laborales.
8.- Crea un contrato indefinido para empresas de menos de 50 trabajadores con un período de prueba de un año. Lo que permitirá a las empresas despedir sin indemnización a los trabajadores contratados bajo esta modalidad hasta que superen el año trabajado.
-Las empresas que se acojan a esta modalidad contractual disfrutarán de una deducción fiscal de 3.000 euros en el contrato del primer empleado menor de 30 años, que se ampliará hasta los 4.500 euros en parados de larga duración.
-El trabajador tendrá la posibilidad de percibir durante un año el 25% de su prestación de desempleo; pudiendo el empresario deducir durante un año el 50% del total de paro que percibiría el trabajador. Es decir, el propio trabajador financia parte de su contratación.
9.- Financia la contratación indefinida durantes tres años de jóvenes de entre 16 y 30 por medio de bonificaciones empresariales de hasta 3.600 euros, que ascienden hasta los 4.500 euros en el caso de parados de larga duración, mayores de 45 años.
10.- Crea una cuenta de formación para cada trabajador, potencia la intermediación laboral de las empresas de trabajo temporal, regula por primera vez el teletrabajo, modifica el contrato estable a tiempo parcial y también el de formación y aprendizaje.
Pudiendo realizarse el contrato de formación con trabajadores de hasta 30 años hasta que la tasa de paro no baje del 15%. Cuando ésta sea inferior, la edad máxima del contratado será de 25 años. Pudiendo formarse los trabajadores en las propias empresas.
11.- Elimina la autorización laboral administrativa que se requería en los despidos colectivos. Lo que implica que los ERE sólo tengan que ser autorizados por el juez, desapareciendo la necesidad de tener que ser autorizados por la Consejería de Empleo de las comunidades autónomas.
12- Establece la posibilidad de despedir en los organismos y entidades que forman parte del sector público, que aleguen causas económicas, técnicas, organizativas y de producción.
13.- Simplifica los trámites y se elimina la autorización administrativa necesaria para reducir la jornada de trabajo o suspender el contrato en situaciones de disminución de la demanda. Bonificándose el empresario el 50% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social de los trabajadores afectados por estas medidas, con la duración de 240 días máximo y condicionada a la estabilidad en el empleo durante un año.
14.- Impulsará que los desempleados que estén cobrando la prestación puedan realizar servicios de interés general a la comunidad.
La salida de la crisis no pasa por reformas laborales que reduzcan el salario de los trabajadores y desprotejan a éstos para reforzar la posición de los empresarios, sino por:
-Aplicar políticas fiscales sobre las rentas altas, que incrementen los ingresos del Estado para reforzar los servicios sociales y la inversión pública, necesaria para reactivar la economía.
-Nacionalizar la Banca, con un único objetivo: reactivar el crédito, permitiendo estimular la demanda interna.
-Buscar fórmulas que permitan incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores.
-Reducir al menos a un 50% el sueldo de toda la clase política, eliminar privilegios, eliminar cargos duplicados e innecesarios, eliminar pensiones vitalicias y subvenciones a partidos, sindicatos y asociaciones que no sean de ayuda social reales.
-Establecer, dada la situación de desempleo, la prioridad nacional en el ámbito laboral y de ayuda social por parte del estado y los distintos estamentos destinados a ello. Así como una política de retorno para facilitar a los inmigrantes, listados en el paro o con delitos a sus espaldas, el regreso a sus hogares.
-Efectuar mayor inversión en educación, ya que creemos que la formación es lo único que puede hacer crecer la economía. Formar a los futuros trabajadores, es aumentar el potencial real de crecimiento de una nación, y por lo tanto es la mejor inversión.
-Fomentar el consumo de la producción española agrícola, ganadera o pesquera. Crear un impuesto añadido al comercio extranjero y aplicar una reducción al nacional. Fomentando la producción interna se reduce el gasto de combustibles, se protege el medio ambiente, se mantiene nuestro medio rural e invierte en la capacidad productiva interna del país, quedando menos expuestos a los vaivenes del mercado exterior o a las especulaciones que se efectúan con algunos alimentos como los cereales.
-Crear un impuesto añadido a aplicar a las empresas españolas que efectúan deslocalizaciones empresariales, es decir, que migren sus empresas a otro país para ahorrarse costes económicos y humanos, desfavoreciendo con ello a nuestra economía y fomentando la situación de paro en España y la precariedad laboral.
-Aplicar una reducción de impuestos a la pequeña y mediana empresa, aumentar los impuestos de las grandes empresas, para evitar una menor entrada de dinero al Estado.
-Así mismo, blindar la sanidad pública, ya que con la grave situación económica, un Estado responsable e inteligente no puede dejar desasistidos a sus ciudadanos, es de prever situaciones muy graves entre el cada vez más amplio sector de población sin recursos, lo mínimo que se debe hacer es procurar los servicios básicos de salud, máxime con la gran cantidad de población inmigrante que ni siquiera ha pasado los mínimos controles médicos ni cumplido el calendario de vacunación español.
No es hora de pesimismo ni de lamentaciones. Es hora de organizar la respuesta y la indignación. Es hora de fortalecer la organización en los centros de trabajo, fortaleciendo las estructuras sindicales y participando en las asambleas de trabajadores, de barrio y de parados y precarios. Es hora de movilizarse.
No es hora de divisiones estériles que buscan debilitar a los trabajadores y su respuesta. Es hora de diagnosticar los culpables: una clase política subordinada al mandato del FMI y a los intereses de la patronal y que retrocede las relaciones laborales al siglo XIX.
¡¡CONTRA LA REFORMA LABORAL!!
¡¡ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN!!